Los agentes nacionales que eventualmente intervengan en el Mercado Eléctrico Regional (MER) deberán asumir los costos de su participación. Este aspecto está pendiente de incorporarse en las iniciativas que pretenden ampliar las posibilidades para exportar energía y que en la actualidad se tramitan en la Asamblea Legislativa.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) ha cubierto la totalidad de los costos de participación del país en el MER, tanto para exportar como para importar energía. Este pago le generó una erogación acumulada de $176,4 millones entre 2013 y 2021. Para ese último año, el monto llegó aproximadamente a $18 millones.
Para transar la energía, el Sistema de Interconexión Eléctrica de los Países de América Central (SIEPAC) construyó una línea de transmisión que une a las seis naciones. Esta infraestructura pertenece a la Empresa Propietaria de la Red (EPR) y es administrada por el Ente Operador de la Red (EOR), donde el Instituto es accionista.
Cada país –el ICE por Costa Rica– asume el derecho de uso de esta infraestructura. Las transacciones en el MER son vinculantes, pues debe acatarse un predespacho bajo premisa de multa por desviaciones. La vigilancia del cumplimiento de las reglas recae en la Comisión Regional de Interconexión Eléctrica (CRIE).
“Los beneficios de participar en el MER son constatables y directos para todos los clientes del Sistema, lo que se refleja en mejores tarifas eléctricas. Sin embargo, para tener acceso a ellos, el Instituto ha asumido los costos durante casi una década, aspecto que debe revisarse de manera correcta y oportuna, e incorporarse si se permite la participación de más actores en el futuro”, manifestó Marco Acuña, presidente de Grupo ICE.
El MER opera activamente desde junio de 2013, cuando se logró la integración plena de sus seis participantes: Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala. La línea de transmisión eléctrica de 230.000 voltios que une a los países alcanza una longitud estimada de 1.800 kilómetros.